
El proceso del reencauche consta de siete procesos:
- Primero se inspecciona la llanta visualmente para considerar su posibilidad de reencauche.
- El segundo es el raspado, esto permite quitar los excesos de caucho que normalmente tiene la llanta por su uso.
- Luego sigue el proceso de gratado donde se cura la llanta curando los óxidos y quitando las piedras u otros elementos que traiga la llanta. Es decir se cura los golpes que tenga la llanta.
- El cuarto es el cementado donde se le pone a la llanta un pegante a base de caucho e hidrocarburos que permiten mantener la llanta en la mejor condición durante el proceso.
- Sigue el proceso de parchado donde se repara una herida de la llanta a partir del uso de parches técnicos.
- Luego se pasa al recorte de banda, donde el operador mide la banda de rodamiento según la medida de la llanta y según las necesidades del cliente.
- Finalmente va el proceso de “enbandado”, en donde se coloca la nueva banda con los productos aprobados por la tecnología Michelín.
Como parte de los últimos procedimientos, se hace una vulcanización al vacío en unos cauchos especiales, para que todo el proceso quede bien pegado y aprobado. Finalmente el procedimiento finaliza en la etapa de acabado final, donde un operador muy especializado aprueba todo el proceso. Esto puede tardar hasta 5 horas, un tiempo increíblemente más corto que el de una llanta nueva, así que no sólo se está ahorrando en recursos directos sobre la llanta, sino en recursos industriales de fabricación como agua, luz, hidrocarburos, etcétera.
¡Anímate a pasar tus llantas a reencauche para ahorrar y ser más ecológico en tu operación!