Autor: Daniel Tellez

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¿Te habías preguntado alguna vez sobre las altas temperaturas en los vehículos y su incidencia en el desgaste? Pues en las llantas es altísima. La fricción generada por las frenadas aumenta constantemente la temperatura de los ejes y esto aumenta el desgaste de la llanta, uno de los tantos problemas con los que tenemos que lidiar día a día especialmente con las flotas de vehículos urbanos de transporte humano por sus constantes frenadas. 

El caucho se comienza a calentar poco a poco hasta que llega a temperaturas que no aguanta y se estalla eventualmente, lo cual no sólo produce altísimas pérdidas para nuestros clientes por la pérdida de la llanta sino por lo que se pueda dañar en el accidente y además puede generar accidentes lamentables. 

Para eso nos inventamos el “deflector de calor”, un sencillo dispositivo que va entre el rin y la llanta que a partir del aire la mantiene más fresca de lo que estaría si estuviera pegada directamente al rin. Estos deflectores actúan alejando el calor de los ejes y frenos de la llanta, para lograr que ésta se mantenga en una menor temperatura. 

Gracias a este invento hemos reducido por completo el estallido de llantas por aumento de calor en todas nuestras operaciones.

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¿Por qué vamos a hablar de etiqueta en este blog? ¡No, en realidad vamos a hablar de otro de nuestros desarrollos innovadores!

Uno de los grandes problemas de las operaciones principalmente urbanas, en donde los vehículos tienen que arrancar y frenar de manera constante, es que las tuercas de los rines tienden a aflojarse por la acción misma de la inercia que se genera en este movimiento, además de algunas razones relacionadas con la fricción del suelo. Solucionarlo no parecía fácil, finalmente no se le puede pedir a los conductores que dejen de frenar, o que frenen con mayor suavidad si los vehículos llevan demasiado peso. Lo que sí se puede hacer, es eliminar la inercia o aprovecharla para mantener las tuercas apretadas.

Para eso nos inventamos los “Corbatines”, unos sencillos elementos de plástico que aprietan las tuercas unas con otras, reduciendo así la posibilidad de que estas se aflojan y así evitamos que: se mueva la rueda de manera desigual, generando un desgaste completamente incontrolable sobre el labrado de la llanta; que se lleguen a salir las ruedas en plena operación; aseguramos que el vehículo opere de la manera más cercana a lo ideal y eso aumenta el rendimiento no sólo de las llantas, sin de todos los elementos del eje hacia afuera. 

Los “Corbatines” son elementos de plástico que resiste altas temperaturas, en los cuales dos orificios permiten amarrar una tuerca a la otra y de esa manera estas no se van a mover y si intentan hacerlo, terminarán haciéndolo en dirección contraria logrando mantener el torque que deben llevar durante toda la operación. Como verás en la foto, entre cada tuerca se mantiene la inercia y de esta manera es imposible que se aflojen. 

Estas soluciones han logrado aumentar la seguridad en vehículos de Transmilenio o de carga de productos que reparten dentro de la ciudad.