Cuando uno de nuestros clientes adquiere una administración de flotas, nosotros montamos todo un centro de servicio en sus instalaciones con toda nuestra tecnología, equipos, experiencia y personal humano adecuado. A partir de ahí comenzamos a hacer un seguimiento adecuado de cada uno de los vehículos que nos queden a cargo y comenzamos a recoger todo la data buscando definir las curvas de desgaste de las llantas y a partir de ahí definimos los planes de mantenimiento preventivo.
Uno de los análisis más importantes es el de las llantas de desecho, de donde sacamos los índices de Pareto, que nos lleva a definir las principales causas de muerte de las llantas para de esa manera poder inventar o conseguir la tecnología adecuada para que las llantas duren mucho más. En este sentido hemos inventado pequeños gadgets como los anillos rompe-piedras, los corbatines sujeta pernos, los deflectores de calor, entre otros.
A partir de esta meticulosa recolección de data y de información, podemos pasar a planes de mantenimiento preventivo concretos, que es lo que nos lleva a la parte mecánica de nuestra operación y definir lo que hacemos día tras día.
Esto implica que nuestro trabajo es realmente de recaudo de data y a partir de ahí definición de estadísticas que nos permitan encontrar los mejores índices de rendimiento para cada flota con la que trabajamos.